Qué malo es el estudio

Cuando la obsesión se convierte en rutina, estás perdido. Y en estas épocas de estudio intensivo, la obsesión (por lo menos en mi caso) se convierte en una fuente inagotable de frikadas. El peor momento es el de cerrar el libro, ocultar los apuntes bajo la carpeta y retirar las sábanas de la cama para dormir. Al hacerlo, descubres en el dorso de tu mano, una vez más, las anotaciones de un día de estudio. Anoche, sin ir más lejos, tenía en mi mano anotadas las siguientes referencias:

• GINOGENOTE
• DROSOPHILA MACHO / RECOMBINACIÓN
• SILENCIACIÓN X MARSUPIALES

El encontrarse una mañana con un teratoma ovárico debe ser horroroso. Un ginogenote puede generar una especie de monstruo en tu cuerpo, es una de las ventajas de ser mujer. Imagínate un bulto con uñas, pelo y demás partes desagradables colgando de alguna parte de tu cuerpo... Mmmmm... debe ser genial poder mantener una conversación sobre la importancia de los transposones en la evolución con tu propio teratoma.
Pero para frikadas, la del macho de Drosophila, que NO RECOMBINA SU ADN. Mierda, cómo coño pasan esas cosas. ¿Hay explicación para que esa mosca tan recurrente en la genética no recombine su ADN? Espero que sí, pero en mi libro no la hay. Cómo mola.
Otra maravilla de la genética (puede leerse "frikada" en lugar de "maravilla") está relacionada esta vez con los marsupiales, esos inventores del bolsillo. Resulta que la silenciación de uno de los cromosomas X en las hembras no es al azar, como en los demás mamíferos, sino que es siempre relativa al X paterno, nunca al materno: las niñas dicen "shhhhhhhhh" a papá, no a mamá. Debe ser algo así como los secretos de familia que existen entre las hermanas y las mamás, esas cosas de las que papá y los niños nunca se enteran. Pues vaya.
Ya para terminar, ya que estoy hablando de esos bichos con bolsillos, ¿sabíais que tienen el escroto por delante del pene? O sea, que la distancia entre el pene y el ano es menor que la distancia entre el escroto y el ojete... En los machos, claro. Este es el secreto entre papá y los niños. Aunque supongo que mamá lo sabe... Esto lo he leído en el blog de Darren Naish (¡¡otro freaky como nosotros!!) gracias, como siempre, a Pharyngula.
Lo siento, tengo que irme a estudiar.